Génesis 1.31: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”.

Nos encontramos a punto de comenzar un nuevo año, y en cada inicio de éste muches cristianes comienzan su plan anual de lectura de la Biblia, éste inicia con el libro de Génesis. En esta primera lectura del día 1 de enero nos encontraremos con la creación, desde muy pequeña este relato me llamó la atención, de la nada Dios había creado todo.

 
La narración comienza con el Espíritu de Dios moviéndose sobre la faz de la tierra, luego comienza a crear: separa la luz de las tinieblas, separa las aguas de las expansiones, descúbrase lo seco, crea las plantas según sus diversas categorías, crea el cielo y las estrellas, da vida a los seres vivientes en sus diferentes especies y como momento cúlmine de su gran obra, crea al hombre y la mujer; ambos dos a imagen y semejanza suya.

 
Hay una frase dentro de todo este capítulo que me encanta y es bastante significativa, por cierto, ésta se repite en reiteradas ocasiones: “Y vio Dios que era bueno”, pero al final, después de la creación del hombre y la mujer el autor añade algo más: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”.

¿Por qué es significativa? Porque este relato nos enseña por medio de un mito una realidad concreta: Dios creó todo lo existente, lo que te incluye a ti y a mí; lo segundo, es que éste crea todo en variedad, de distintas formas y especies, por lo tanto, nuestras divergencias y diferencias es parte de su plan creador y por último, él define que todo que creó, lo que nos incluye, es tremendamente bueno, hermoso y perfecto.

 
Así que una importante forma de partir este año es recordar que Dios o la Divinidad me ha creado, que soy parte del plan perfecto de Dios y que él no solo se agrada de mí, sino que además lo hace “en gran manera”.

Preguntas para reflexionar:
¿Qué significa para mí comprender que Dios me creó tal cuál soy y que además se agrada de su creación?
Breve oración:
Dios Padre/madre, ayúdame a atesorar estas verdades en mi mente y corazón.
Jéssica Jerez Fuentealba, 38 años, Chile