“Así me hizo y así soy parte de su plan”

“…28 Así que no importa si son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o si son hombres o mujeres. Si están unidos a Jesucristo, todos son iguales…”  Gálatas 3:01-29 TLA

Recientemente, escuchaba el fragmento de un podcast donde fue invitado el hijo del cantante Marcos Vidal, Necko Vidal, éste mencionaba un punto muy importante y clave que sucede dentro del cristianismo:  “El público cristiano, por más paradójico que parezca, es un público muy criticón”. Y si veo al pasado, puedo recordar gente siendo hecha a un lado porque no entra dentro de su idea de cristiano, además es  automáticamente señalado y anulado, convirtiendo las congregaciones en clubes sociales donde solo es aceptado dentro del grupo, quien cumpla con el modelo establecido.

Al pensar en lo que dijo Necko Vidal recordé Gálatas 3. Para Dios no existe una división o un tipo de persona específica para cumplir su propósito; si eres mujer u hombre, de un país en específico, de tal o cual género, o si tienes una orientación sexual en particular. Dios te va a escoger según su propósito, porque para Él es importante un tipo de personas a las que quiere llegar a través de ti. El problema es que la iglesia en general, establece un tipo de canon específico, de actitud o religiosidad, y quien no calza dentro de estos parámetros no es tomado en cuenta, dejando fuera a personas que tienen mucho para entregar, pero no se le permite. Más Dios no hace esta división de personas y va a utilizar a quien quiera utilizar. El llamado es que seamos lo que Él necesita que seamos y su amor será incondicional hacia nosotros, porque con ese mismo amor, nos pensó y nos creó de la forma en la somos. 

Preguntas para reflexionar:

¿Qué personajes de la biblia consideras que no cumplían con los cánones e igual fueron usados por Dios? 
¿Cómo crees que Dios te usará en tu comunidad?

Oración: Divinidad Amorosa que nos Acompañas

“Dios te agradezco porque al hacerme, me hiciste con una receta única y colorida, ayúdame a escuchar lo que tú deseas de mí. Enséñame cómo puedo cumplir con el propósito para el que fui creado, siendo un reflejo de ti. No dejes que las palabras hirientes entren a mi corazón y ayúdame a recordar lo que tú piensas de mí. En el nombre de Jesús, Amén”

Amén.

Sandry

31 años, Guatemala